miércoles, 3 de agosto de 2011

La Casa de la Sagrada Familia


A saber la Casa de la Sagrada Familia no está precisamente en Tierra Santa, sino en Loreto, Italia. La ciencia de hoy en día no puede probar como llegó a ese lugar dado que la Santa Vivienda no fue separada en pedazos para su transporte lo que significa que no fue desmantelada algo increíble para la época. Los escritos de la época dan cuenta de que fue transportada por el cielo por unos ángeles y en los actuales mensajes de la Virgen en las apariciones católicas hablan acerca de que la casa voló y de una profecía sobre volverá a volar dadas las circunstancias del mundo. Si bien Loreto no fue el único destino de la Santa Casa donde Jesús transcurrió su sagrada infancia, hay historias de que la Casa estuvo en otros lugares donde las leyendas dicen que por el mal proceder de los pobladores de aquellos lugares, la Casa debió ser reubicada. Parece ser que Loreto terminó siendo el sitio escogido para la veneración de la Santa Vivienda.
Expertos de todo el mundo han estudiado la casa, llegando a la conclusión de que está construida con materiales que eran de Nazareth y de los tiempos en que vivió Jesús. No es muy grande y no tiene cimientos pues como se constató, estos todavía están en Nazareth créase o no. Además en Tierra Santa existe una antiquísima maqueta sobre esta casa que concuerda a la perfección con la de Loreto.
Un dato más: muchos católicos y  clérigos le tienen tanto respeto a la Casa de la Sagrada Familia que no osan sacar ni un solo fragmento, de modificar cualquier cosa que tuviere la “Vivienda” en pena de grandes castigos. El origen de esto, se encuentra a episodios acontecidos en la antigüedad que cuentan sobre castigos vividos por parte quienes tuvieron el descaro de hacerlo: muertes repentinas, enfermedades abruptas que cesaron en cuanto se reparó el sacrilegio.
"La Santa Casa de Loreto es el primer Santuario internacional dedicado a la Virgen y, por varios siglos, autentico centro mariano de la Cristiandad" (Juan Pablo II, VII Centenario Lauretano, 1994)
Las tradiciones crisitianas sostienen que se veía la imagen de una Virgen y un niño dentro de la casa cuando ésta era transportada por los angeles en el cielo.